Actualizado noviembre 12, 2016
En esta oportunidad, desde Reciclado y Ecología queremos contarles acerca de una gran alternativa a los combustibles fósiles que se utilizan hoy en día: el hidrógeno. Les contaremos para qué sirve, sus aplicaciones, sus ventajas y desventajas, así como también los problemas a los que se enfrentan los especialistas para que su uso sea expandido.
Problemática actual del combustible
Las reservas mundiales de combustibles fósiles se están acabando rapidamente, generando gran cantidad de problemas: los recursos no renovables crean tensiones políticas y su creciente consumo por parte de las industrias afecta nuestra atmósfera e incluso contribuye al cambio de clima.
Muchos especialistas ya han señalado el hidrógeno, un gas limpio y de fácil obtención, como una gran alternativa a largo plazo. Cuando el hidrógeno arde, se combina con oxígeno en el aire para producir agua, aunque cuenta con un problema relacionado a la contaminación: si bien es leve, el hidrógeno que arde dentro de una máquina puede generar óxido nitroso. Este fenómeno causado por el nitrógeno del aire que se combina con oxígeno no quemado en los cilindros, ocurre en todo motor de combustión interna, sin importar qué combustible se utilice.
¿Qué es el hidrógeno?
El hidrógeno es el compuesto químico análogo a la electricidad. Es el único combustible realmente limpio, aunque para ser utilizado, previamente debe ser generado o producido mediante la utilización y el consumo de otros combustibles. Al igual que la electricidad, tiene una amplia gama de aplicaciones, siendo además, no perjudicial para el medioambiente. Sin embargo, su generación necesita el doble de energía que utilizan, por ejemplo, la producción de carbón, la energía nuclear o los paneles solares. Por último, su almacenamiento es muy díficil y para transportarlo hay que licuarlo, consumiento el 12% de energía que puede proporcionar.
¿Porqué todavía no se utiliza el hidrógeno?
En la actualidad, uno de los principales inconvenientes que se presentan a la hora de la implantación de la llamada economía del hidrógeno es la falta de una infraestructura adecuada de producción, transporte y almacenamiento de hidrógeno.
Teniendo en cuenta que el hidrógeno no existe tal cual en la naturaleza y por lo tanto hay que fabricarlo, supone un gran problema, ya que rivaliza con la disponibilidad y la abundancia de sus competidores: los combustibles fósiles. A pesar de ello, hoy en día existen varios métodos que permiten producir hidrógeno fácilmente, a un costo económico razonable, y con un mayor control de las emisiones de gases.
Para que la utilización de hidrógeno en motores se expanda, se hace necesario mejorar los métodos de producción de hidrógeno: en este sentido, es fundamental reducir los costos y las emisiones asociadas de gases de efecto invernadero. Además, para lograr sustituír la actual forma por una una economía basada en el hidrógeno es indispensable modificar las actuales fuentes energéticas de producción del hidrógeno por otras de origen totalmente renovable.
Otro de los inconvenientes que se presentan cuando hablamos del hidrógeno como el combustible del futuro es que su produción se hace en o cerca del punto de consumo, generalmente en grandes plantas industriales; además, su distribución se realiza mediante tuberías o por transporte terrestre, y para consolidarlo como combustible a nivel global, se requierea una red de transporte y distribución mucho más amplia.
Aunque la distribución de hidrógeno por tuberías no resultaría tecnológicamente muy compleja, el principal problema reside en construir una red general de tuberías que supondría un desembolso inicial de dinero demasiado elevado. Una solución inicial podría ser producir el hidrógeno de forma regional o local. O también ir montando la infraestructura por fases, primero en núcleos donde se concentra mucho la demanda, y luego expandiéndola a otras áreas geográficas.
Deja una respuesta