Actualizado abril 2, 2016
En esta oportunidad, queremos contarles acerca de la creación del llamado ‘bioplástico’, hecho a base de un componente natural que permite su degradación en pocas semanas, enriqueciendo el suelo y favoreciendo el crecimiento de las plantas.
Científicos de la Universidad de Harvard han creado este nuevo producto, que cuenta con la presencia de un componente natural derivado de la concha de los camarones, y es su característica diferenciadora en relación a los plásticos que se utilizan habitualmente, que tienen la desventaja de ser muy perjudiciales para la ecología y el medioambiente, ya que tardan miles de años en degradarse.
Cómo es el nuevo bioplástico
Este nuevo descubrimiento ha sido realizado por un grupo de científicos especialistas del Instituto Wyss de Ingeniería Inspirada en la Biología de la Universidad de Harvard. Los investigadores han explicado que lo que se fabrique con este nuevo resistente, transparente y renovable material podrá producirse en masa en un futuro cerano y tendrá una fuerza equiparable a cualquier otra cosa que se fabrica en la actualidad con los plásticos convencionales que se utilizan habitualmente para la fabricación de, por ejemplo, juguetes y celulares. Estoes es así porque el nuevo bioplástico que han desarrollado puede utilizarse para fabricar objetos en tres dimensiones, que tengan formas complejas y que a la vez usen técnicas de fundición e inyección tradicionales.
El director del Instituto Wyss, Donald E. Ingber descato la importancia de este nuevo descubrimiento en los siguientes terminos: “En muchas industrias, hay una necesidad urgente de materiales sustentables que puedan producirse en masa. Nuestro método de fabricación escalable demuestra que el quitosano, que está disponible y es barato, puede ser un bioplástico viable que, potencialmente, podría reemplazar a los plásticos convencionales en numerosas aplicaciones industriales”.
De qué esta hecho y cómo se llama
El invento ha sido denominado “shrilk”, una combinación de shrimp (camarón en inglés) y silk (seda en inglés). Esta fabricado a base de quitosano, una determinada forma de quitina, que es uno de los materiales orgánicos más abundantes presentes en la Tierra, siendo a la vez el principal componente de los caparazones de los crustáceos, las cutículas de los insectos e incluso las flexibles alas de las mariposas. Esta sustancia ha sido combinada con una proteína de la seda. Además, no se desecha nada, ya que las conchas de camarón que se utilizan para fabricar este bioplástico serían reutilizadas como fertilizante o empleada en la fabricación de maquillajes.
A pesar de todo esto, hay que decir que no es la primera opción sustentable al plástico derivado del petróleo y que tarda cientos de años en degradarse, afectando a la vida marina e ingresando en la cadena alimenticia, ya que antes de esto se visualizó como una solución aparente a los bioplásticos fabricados a base de celulosa renovable, un polisacárido de las plantas. Sin embargo, estos no tienen la capacidad de degradarse por completo y tienen una vida útil limitada, ya que sólo pueden ser empleados como material para embalaje o para fabricar contenedores para bebidas y comidas.
“En medio de los océanos Atlántico y Pacífico hay continentes de plástico flotando. Los peces se enredan en ellos y mueren. No podemos seguir así”, indicó Ingber en diálogo con la cadena CNN. “Tal vez esto no solucione todos los problemas, pero sentimos que es un primer paso”, añadió.
Futuro de su producción
Si bien la producción es relativamente limitada y el precio aún no es competitivo, el desafío principal será que el nuevo material sea rentable para las industrias. Esto puede cambiar en un futuro cerano, teniendo en cuenta los últimos desarrollos en el campo de los plásticos vegetales.
Deja una respuesta