Actualizado febrero 12, 2016
Durante el 2009 se generaron 30 millones de toneladas de residuos de plástico de las cuales más del 12% fueron recicladas. Cifras como éstas hacen hincapié en la importancia de utilizar menos plástico y reciclar más productos para no generar grandes cantidades de desechos que pueden afectar el medio ambiente y los ecosistemas. También asegura un ahorro de energía y disminución de expulsión de gases de efecto invernadero.
¿Cómo es el proceso de reciclado del plástico?
En primer lugar, el plástico es ordenado y diferenciado de otros materiales y luego cada tipo de plástico es separado por especie. Luego es mezclado, desinfectado y aclarado, para que cualquier partícula como polvo o trozos de basura sean eliminadas, entonces se tritura en pequeños trozos y se pone en un tanque de flotación. El propósito de esto es para clasificar aún más el plástico por su densidad. Una vez que todos los pedazos de plástico se secan se funde en hornos especiales para crear pastillas plásticas que son enviadas a las fabricas para iniciar el proceso de producción de distintos materiales. El proceso puede repetirse de manera indefinida.
Menor consumo de combustibles
Los fabricantes hacen plásticos a partir de derivados del petróleo crudo o gas natural, así que hacer más plástico implica consumir una cantidad cada vez mayor de combustibles fósiles no renovables. La cantidad de aceite necesaria para producir una botella de plástico es suficiente para llenar un cuarto de la misma. En promedio, según los científicos, 1 tonelada de plástico reciclado ahorra 16,3 barriles de petróleo. Sin duda esta conducta de reciclar elementos viejos para producir nuevos es esencial para mantener nuestros combustibles fósiles en cantidades suficientes para abastecernos.
El reciclado ahorra energía
Para producir plástico, los fabricantes deben alterar químicamente derivados del petróleo crudo. Una técnica común es la polimerización radical, que típicamente implica la compresión de los reactivos a aproximadamente un millar de veces la presión atmosférica, calentándolos a 100 grados Celsius o más. Este tipo de técnica consume una cantidad considerable de energía. El reciclaje de plástico también genera un gasto de energía debido a que el plástico debe ser triturado, limpiado, fundido y remodelada, pero por lo general requiere menos energía que la fabricación de plástico fresco. De acuerdo con el Centro de Reciclaje de la Universidad de Stanford, el reciclaje de 1 tonelada de plástico ahorra el equivalente de 5.774 kilovatios-hora de energía eléctrica.
Reducción de Residuos
Los plásticos son duraderos, su dureza e inercia son los que hacen que sean tan útiles. Por desgracia, son tan duraderos que se descomponen muy lentamente en los vertederos, siendo muy peligrosos para el medio ambiente. Cuando los plásticos son desechados encuentran su camino en el medio ambiente (en el océano, por ejemplo pueden descomponer más rápidamente, pero aún tardará mucho tiempo en biodegradarse) y pueden permanecer allí por años. Una botella de plástico puede tardar hasta un siglo en degradarse completamente, mientras que un soporte para bebidas de plástico podría tomar cuatro siglos. Estos son tiempos muy largos de degradación que pueden llevar a provocar una acumulación excesiva contaminando todo tipo de recursos.
Tipos y usos del plástico
Existen dos tipos de plásticos, uno es el tereftalato de polietileno y el otro es el polietileno de alta densidad, ambos pueden ser reciclados para convertirse en nuevos materiales. Estos dos tipos se distinguen por los códigos de resina, que por lo general se encuentran impresas en el propio plástico o el embalaje, y se indican con un número rodeado por el símbolo de reciclaje. PET es el código de resina 1 y HDPE es el código de resina 2. El reciclado de PET y HDPE se pueden utilizar para hacer nuevas botellas, fibras de poliéster para uso en prendas de vestir, piezas de automóviles y madera plástica entre otros productos.
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