Actualizado diciembre 12, 2019
Un ecosistema artificial es, valga la redundancia, un sistema creado por el hombre en el que conviven en un área determinada plantas, animales y personas. Los zoológicos son un buen ejemplo de ello, ya que colocan a los animales en áreas artificiales similares a su hábitat natural. Las personas también pueden crear lagos en medio del desierto y mantener a los pingüinos en climas cálidos, pero solo si crean un ecosistema artificial. Incluso una nave espacial puede contener un ecosistema artificial (como un acuario), pero estos casi no tienen valor, excepto para exhibir y estudiar un poco de ecología.
Qué es un ecosistema artificial
Un ecosistema artificial cumple con todos los criterios de un ecosistema natural, pero está hecho y controlado por humanos. Se crea para imitar un ecosistema natural, pero a menudo es menos complejo y con una diversidad genética muy baja. Huertos, tierras de cultivo, jardines y embalses artificiales son algunos ejemplos de ecosistemas artificiales.
Un ecosistema natural consiste en una especie diversa de plantas y animales que interactúan significativamente con las cosas no vivas que también están presentes en el sistema. Es naturalmente sostenible y no requiere la intervención de humanos para sobrevivir. Un bosque y un estanque son ejemplos de un ecosistema natural. Sin embargo, un ecosistema artificial no puede prosperar productivamente sin la supervisión humana.
Los humanos necesitan atender cada componente de un ecosistema artificial para convertirlo en un entorno sostenible. Un campo de arroz requiere fertilizantes y un suministro constante de agua para poder cultivar. Cuando se cosechan los cultivos, deja a la granja un sistema abierto que depende de fuentes externas para que las nuevas plantas y la materia orgánica se desarrollen y prosperen. Un jardín debe ser cuidado sacando malezas y eliminando parásitos a través de fertilizantes químicos u orgánicos. Los pequeños roedores, insectos y aves también pueden sobrevivir en el jardín y proporcionar biodiversidad, pero los humanos ahuyentan a la mayoría de estos animales para mantener el equilibrio del jardín.
Características del ecosistema artificial
Algunas de las principales características importantes del ecosistema artificial son las siguientes:
- 1. La diversidad será menor en comparación con los sistemas naturales. Es probable que las especies desfavorables y menos favorecidas disminuyan lentamente.
- 2. Mientras que los sistemas naturales no tienen objetivos definidos y evolucionan por ensayo y error y su valor de supervivencia, el ecosistema artificial es pragmático con objetivos bien definidos. Los sistemas artificiales son más frágiles y más vulnerables a fallas debido a la falta de diversidad y a los sistemas de autorregulación fuertes, que caracterizan los sistemas naturales.
- 3. Los ecosistemas artificiales son más productivos desde perspectivas antropocéntricas. El rendimiento de la tierra con técnicas de cultivo mejoradas, técnicas de clonación, rendimiento de leche con prácticas recientes de cría de animales, etc., son ejemplos de mejorar la productividad de los procesos naturales con intervención humana.
- 4. Los ecosistemas artificiales con mejoras adicionales en el diseño pueden mejorar la capacidad de sustento de la población en un espacio dado y permitir la expansión del hábitat humano en los océanos, el espacio exterior, los cuerpos extraterrestres y los espacios subterráneos.
- 5. Los ecosistemas artificiales dependen de las leyes cósmicas naturales. El hombre es solo un descubridor pero no un creador de leyes naturales. Aquí los ecosistemas artificiales no son contradicciones y negaciones de los sistemas naturales. Son solo las proporciones y velocidades de las interacciones ecológicas con las que se puede entrometerse, para beneficio del hombre. Por lo tanto, todos los llamados ecosistemas artificiales son solo semi-artificiales.
Factores bióticos y abióticos
En el ecosistema creado por el hombre, como es el caso de los acuarios, los zoológicos, los jardines botánicos, entre otros, las plantas y los animales crecen o sobreviven fuera de su hábitat natural en un entorno artificial (es decir que poseen factores bióticos y abióticos como en el resto de los ecosistemas existentes en la naturaleza). A continuación les explicaremos detalladamente de qué se trata:
Componentes bióticos de un ecosistema
Los componentes vivos de un ecosistema se denominan componentes bióticos. Algunos de estos factores incluyen plantas, animales, así como hongos y bacterias. Estos se pueden clasificar aún más, en función de la fuente de energía requerida. Los productores, consumidores y descomponedores son las tres amplias categorías de componentes bióticos.
- Los productores son las plantas en el ecosistema, que pueden generar sus propios requerimientos de energía a través de la fotosíntesis, en presencia de luz solar y clorofila. Todos los demás seres vivos dependen de las plantas para sus necesidades energéticas de alimentos y oxígeno.
- Los consumidores incluyen herbívoros, carnívoros y omnívoros. Los herbívoros son los organismos vivos que se alimentan de las plantas. Los carnívoros comen otros organismos vivos. Los omnívoros son animales que pueden comer tejido vegetal y animal.
- Los descomponedores son los hongos y las bacterias, que son los saprófitos. Se alimentan de la materia orgánica en descomposición y la convierten en nitrógeno y dióxido de carbono. Los saprófitos juegan un papel vital en el reciclaje de los nutrientes para que los productores, es decir, las plantas puedan usarlos una vez más.
Componentes abióticos de un ecosistema
Los componentes abióticos son los factores físicos y / o químicos que actúan sobre los organismos vivos en cualquier parte de su vida. Estos también se denominan factores ecológicos. Los factores físicos y químicos son característicos del medio ambiente. La luz, el aire, el suelo y los nutrientes, etc. forman los componentes abióticos de un ecosistema.
Los factores abióticos varían de un ecosistema a otro. En un ecosistema acuático, los factores abióticos pueden incluir pH del agua, luz solar, turbidez, profundidad del agua, salinidad, nutrientes disponibles y oxígeno disuelto. Del mismo modo, los factores abióticos en los ecosistemas terrestres pueden incluir suelo, tipos de suelo, temperatura, lluvia, altitud, viento, nutrientes, luz solar, etc.
El sol es la principal fuente de energía. Los productores / plantas usan esta energía para sintetizar alimentos en presencia de dióxido de carbono y clorofila. La energía del sol, a través de varias reacciones químicas, se convierte en energía química.
Los herbívoros dependen de las plantas para los requerimientos de energía. Los carnívoros, a su vez, se alimentan de los herbívoros y otros carnívoros. En cualquier nivel, los microbios luego descomponen cualquier materia orgánica muerta y en descomposición. Estos descomponedores, después de varias reacciones químicas, liberan moléculas al medio ambiente en forma de productos químicos. Los productores utilizan nuevamente los productos químicos y el ciclo comienza nuevamente.
En conclusión, los ecosistemas tienen un conjunto complejo de interacciones que ocurren entre los componentes bióticos y abióticos. Los componentes de un ecosistema están unidos entre sí a través de los flujos de energía y los ciclos de nutrientes. Aunque los ecosistemas no tienen límites claros, estas interacciones se ven afectadas, incluso si se cambia o elimina un factor. Esto finalmente tiene la capacidad de afectar a todo el ecosistema.
Tipos de ecosistemas artificiales
Los diferentes tipos de ecosistemas artificiales son:
- Terrestres
- Acuáticas
- Agrícolas-ganaderas
- Industrial
- Civil
- Espacial
Entre ellos encontraremos todo tipo de ecosistemas creados por el hombre, como zoológicos, acuarios, ciudades, lagos artificiales, reservas, plantaciones, cultivos, entre muchas otras cosas.
Ejemplos de ecosistemas artificiales
Ciudades modernas, hidroponía (cultivo de plantas sin tierra y sin luz solar), laboratorios aéreos y naves espaciales, campamentos de exploradores del polo sur, asentamientos urbanos ilegales, gallineros, establecimiento porcino, zoológicos, bosques sociales, cinturones verdes industriales, granjas agrícolas mecanizadas, biorreactores industriales y plantas de tratamiento de desechos, entre otros. En todos los ecosistemas artificiales anteriores, la mayoría de las entradas, salidas e interacciones son planificadas o mal planificadas por el hombre.
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