Actualizado febrero 13, 2017
El biorreactor de compost es un término muy utilizado en el ámbito del reciclaje, y suena mucho más impresionante e intimidante que un cubo de compostaje (abono orgánico), sin embargo son la misma cosa pero llamada de diferente manera. Un biorreactor de compost es simplemente un recipiente en el que se aprovechan los organismos y sus procesos biológicos para crear abono, un producto orgánico que se utiliza como alimento nutritivo para las plantas.
¿Que son los Biorreactores de compost?
Un biorreactor es un sistema en el que se utilizan procesos biológicos para causar una conversión de materiales dentro del mismo. El biorreactor está diseñado para contener los organismos de control que, a través de sus acciones biológicas naturales, transforman la materia prima en un producto específico. En el caso de un biorreactor de compost, el sistema utiliza microorganismos para descomponer materiales de desecho en una sustancia orgánica que se puede utilizar como un producto para el cultivo rico en nutrientes para las plantas.
Organismos que intervienen en la descomposición
El proceso de compostaje se desarrolla en diferentes fases, y cada una de estas fases se basa en un tipo diferente de organismo. En la primera fase, las bacterias comienzan a producir las enzimas que descomponen el material de desecho en el sistema. Estas bacterias se llaman bacterias mesófilas, y prosperan en temperaturas por debajo de los 40 grados Celsius. La acción de las bacterias mesófilas produce calor y eleva la temperatura en el reactor, lo que conduce a la siguiente fase del proceso.
Organismos termófilos
A medida que la temperatura en el compost sube, las bacterias mesófilas comienzan a morir, y las poblaciones de bacterias termófilas aumentan. Estas bacterias prosperan a temperaturas superiores a 40 grados Celsius, y se descomponen en materiales de desecho rápidamente. Las altas temperaturas creadas por el proceso termofílico tienen el beneficio de matar los agentes patógenos dañinos presentes en el abono orgánico. Cuando la temperatura en el reactor sube por encima de 71 grados, las bacterias termófilas se vuelven inactivas, y la temperatura comienza a descender. Cuando el material en el reactor se ha enfriado suficientemente, las bacterias mesófilas vuelven a aparecer, y el producto que se encuentra dentro del reactor es considerado maduro.
Condiciones necesarias para la formación de compost
Para que se produzcan reacciones termófilas, las condiciones en el reactor deben ser las justas. La mezcla de materiales de desecho en el reactor debe contener las proporciones correctas de carbono y nitrógeno, y la mezcla debe mantenerse húmeda. Si los organismos en el reactor no tienen acceso a suficiente oxígeno, serán reemplazados por las bacterias anaeróbicas, que descomponen los residuos más lentamente y producen un olor fétido mientras lo hacen. El proceso anaeróbico también reduce la temperatura, por lo que los agentes patógenos tienen más probabilidades de sobrevivir al proceso.
Contenedores de lombrices
Un contenedor de lombrices es un biorreactor en el que los gusanos trabajan en conjunto con las bacterias mesófilas para convertir materiales de desecho en abono. Las reacciones termófilas no suceden en un contenedor de lombrices, por lo que el compost resultante no es estéril. El líquido que se filtra en el contenedor, no se encuentra esterilizado y no debe ser utilizado como fertilizante para las plantas. Por esta razón usted debe ser muy cuidadoso con la creación de compost casero, ya que puede llegar a provocar una reacción no deseada del mismo en las plantas, provocando su muerte.
Esperamos que este post les haya sido de utilidad. No duden en dejar sus comentarios, hasta la próxima!
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