Actualizado junio 30, 2016
Recuperar el agua de lluvia puede resultar muy útil en aquellas zonas lluviosas o en las que poseen determinadas temporadas donde se concentran altas precipitaciones. De esta forma, tendremos la oportunidad de aprovecharla en función de la cantidad recolectada y las necesidades de cada persona.
Satisfacción de distintas necesidades
Los sistemas de recuperación del agua de lluvia, dependiendo cada persona y sus necesidades, así como también de las cantidades recogidas, puede satisfacer diversas necesidades. Entre las más populares encontramos al riego, el llenado de piscinas o estanques, agua potable para su posterior consumo, etc.
Las mejores soluciones para recuperar el agua de lluvia
Instalación de barriles
Una de las mejores soluciones para recuperar el agua de lluvia es instalar barriles que permiten recoger el agua que cae por las canaletas del techo. Ésto permite almacenar agua de forma automática sin necesidad de estar pendiente, salvo para que no se forme hielo en épocas de invierno o abriendo sus válvulas en caso de que las precipitaciones excedan la capacidad de almacenamiento de los barriles para que no rebalsen.
Una vez instalados, lo único que debemos esperar es que caiga la lluvia. A medida que se vayan llenando podremos instalar grifos para empezar a utilizarla.
De cualquier forma, los barriles podremos comprarlos o realizarlos con nuestras propias manos, y podemos instalarlos individualmente o en conjunto, dependiendo la cantidad de agua que se prevea que caiga.
Una solución muy práctica es apilar varios barriles horizontalmente y conectarlos mediante un sistema de distribución que confluya en un sólo grifo.
Si no nos queremos complicar demasiado, podremos colocar bidones o barriles sin tapa, aunque luego nos veremos limitados a la hora de extraer el agua. A su vez, debemos colocar algún tipo de tela si no queremos que el agua se llene de insectos.
Colocación de cisternas externas o subterráneas
Otra alternativa, aunque bastante más ambiciosa, es colocar cisternas subterráneas que se alimenta con el agua de lluvia que se recoge a través de las canaletas o de otros sistemas de recuperación, lo que permite crear un depósito de agua que luego podremos aprovechar a través de diferentes usos.
Generalmente, las cisternas subterráneas se utilizan para abastecer de agua a las viviendas o a algún tipo de instalación industrial como granjas o fábricas, haciendo llegar el agua al punto que deseemos mediante bombas.
Por cuestiones prácitcas y estéticas, conviene que las cisternas estén instaladas subterráneamente, aunque nada impide la instalación de cisternas externas flexibles, que permiten su traslado si no son muy grandes y, en todo caso, su ubicación resulta más sencilla e incluso puede esconderse.
Esta opción consiste en una especie de bolsas muy resistentes especialmente diseñadas para este fin, que se van llenando de agua y permite su posterior utilización en jardinería, riego o para beber. En caso de querer consumirla, será conveniente realizar un análisis y, en todo caso, purificarla y potabilizarla.
En resumidas cuentas, seleccionaremos e instalaremos el sistema que más se adapte a nuestras necesidades, a nuestras posibilidades, y a las condiciones climatológicas del lugar donde nos encontremos.
Creatividad e ingenio
Existen infinidad de alternativas para recuperar el agua de lluvia que requieren creatividad e ingenio. Por ejemplo, podremos desviar la canaleta y hacerla llegar hasta la piscina.
También existe un proyecto llamado RainDrops, que consiste en un sistema de botellas que recogen el agua de lluvia de forma individual gracias a su comunicación con la canaleta y permite su uso en el lugar o extrayéndola y trasladarla a otro lugar.
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