Actualizado octubre 10, 2016
En esta oportunidad, queremos contarles cómo hacer para fabricar de forma muy sencilla y con algunos pocos materiales, una de esas almohadas terapéuticas con semillas en su interior que permiten, al calentarlas, aliviar todo tipo de dolores, ya sea en el cuello o en la espalda. A continuación les dejaremos todas las instrucciones.
Las almohadas que contienen semillas naturales en su interior pueden ser utilizadas en terapias de calor o de frío. En el primer caso sirven para disminuír los síntomas de la artritis, dolores de espalda, cólicos, dolor muscular o dolor de cuello, mientras que en el segundo caso ayudan contra ojos inflamados, moretones, sindrome de túnel carpiano, fiebre, pies cansados, dolor de muelas, picaduras de insectos, estrés, dolores de cabeza y migrañas.
Cómo se utiliza una almohada de semillas
El estrés de la vida cotidiana suele provocar contracturas en la zona de la espalda y el cuello. Para aliviar estos dolores, el lector podrá realizar, sencillamente, una almohada terapéutica con semillas.
Estas almohadas pueden ser calentadas en el microondas o en el horno y pueden ser enfriadas en el congelador o la heladera calmar los dolores musculares. Suelen tener un gran efecto relájate y se adaptan perfectamente al cuerpo.
Posee múltiples usos, pero la más versatil de todas es la almohada para el cuerpo que puede ser utilizada en cualquier momento, como les decíamos anteriormente, ya que se puede calentar y usar como relajante en el cuello o en los hombros, pero también puede enfriarse y ser utilizada para calmar dolores de cabeza, dentales, de pies o para reducir una inflamación.
Por último, puede ser utilizada a temperatura ambiente. Tiene efectos antiestresantes. Para ello, simplemente debemos jugar con ella pasandola de una mano a otra, o usar nuestra imaginación y buscar otra forma de relajación.
Materiales que necesitamos
- Un pedazo de tela de algodón
- Una aguja
- Hilo
- Una tijera
- Semillas o arroz
- Hierbas aromáticas o aceite esencial (opcional)
Procedimiento para realizarla
- Seleccionar un pedazo de tela de algodón que pueda ser colocado en el microondas o en el horno. Una opción interesante es reutilizar una toalla vieja.
- Luego deberás decicir qué semillas utilizarás y su cantidad dependerá del tamaño de la almohada. Algunas alternativas interesantes de semillas son: lino, maíz, arroz o trigo sarraceno. Los garbanzos son una de las mejores opciones, ya que ofrecen hasta una hora de calor y su forma redonda es muy eficaz a la hora de masajear la zona dolorida. Los carozos de cereza también son muy eficaces. También podrás agregar hierbas aromáticas o aceites esenciales, con lo cual le darás olor a la almohada. En este sentido, tendrás la posibilidad de agregar lavanda, canela o alguna hierba. Al calentar la almohada, estas desprenderán todo su aroma y potenciarán el efecto relajante. Los aceites esenciales podrás agregarselos a las semillas previamente para que tomen el olor.
- Cortar la tela de la forma que se desee y coserla. Dejar una apertura para poder colocar las semillas. También se pueden colocar las semillas en el medio de un cuadrado de tela y anudar sus puntas en forma de caramelo.
- Introducir las semillas pero sin llenar demasiado la almohada.
- Terminar de coser la tela, asegurandose que no queden agujeros por donde se puedan escapar las semillas.
- A la hora de utilizarla, calentarla en el horno o microondas por intervalos y a potencias moderadas para evitar quemaduras. Otra opción es encender el horno y precalentarlo durante 15 minutos. Luego apagarlo del todo, y recién en ese momento introducir la almohada algunos minutos para que se caliente con el calor del horno.
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