En esta oportunidad, queremos contarles acerca de un nuevo descubrimiento que tiene que ver con la utilización de determinados hongos como fertilizantes naturales.
Investigadores del departamento de Agronomía de la Universidad de Almería han comenzado un estudio hace más de 6 años, a través del cual pretendieron hacer un análisis de suelos, en busca de microorganismos que permitieran controlar biológicamente las enfermedades que afectan a los cultivos hortícolas.
A partir de ello se llegó a una etapa en la cual se hicieron ensayos en diferentes semillas para testear el comportamiento de un microorganismo que es una cepa del hongo Trichoderma saturnisporum en las plantas.
La investigación forma parte de la tesis doctoral “Trichoderma saturnisporum: nuevo agente de control biológico”, que fué realizada por Francisco Carretero, alumno de los autores de esta investigación sobre los biofertilizantes a base de hingo naturales.
Características de la cepa del hongo del biofertilizante
Mila Santos y Fernando Diánez, autores del estudio explican que «los resultados fueron muy buenos. Hicimos pruebas en tomate, pimiento, berenjena, melón y sandía y vimos que el microorganismo no solo no afectaba a la planta, sino que además se producía un incremento de la parte aérea y del sistema radical de la misma. También comprobamos cómo al trasladar la planta al invernadero, ésta soportaba mucho mejor el estrés, ofreciendo características que antes no tenía».
Esta cepa proviene del mar, y tiene componentes de la arena de la playa, siendo muy efectivo a la hora de controlar patógenos, como experimentaron los científicos. “Es un hongo que aguanta muy bien las condiciones de salinidad y tiene una gran resistencia hacia fungicidas que se usan en la agricultura”, explica Fernando Diánez, profesor titular de Producción Vegetal.
Explotación comercial del biofertilizante a base de hongos
El siguiente paso será la posibilidad de explotar comercialmente la patente de este biofertilizante a base de hongos naturales, teniendo en cuenta que ya ha quedado demostrado «su capacidad para promover el desarrollo de las plantas de diferentes cultivos, así como también su producción». Según los autores, «los resultados son muy buenos, hemos hecho dos años de ensayo en cultivos de melón y la producción se ha incrementado un 15%. Nuestro interés es que se pueda explotar comercialmente y que esta investigación aplicada pueda ser utilizada por los agricultores».
En este sentido, ya hay algunas empresas del sector fitosanitario de Almería interesadas en la investigación y en los resultados positivos que ello puede conllevar, no sólo económicamente, sino en cuanto a producción del biofertilizante a base de hongos naturales.
Métodos de conservación de la cepa del hongo para biofertilizante
Además, los investigadores han podido encontrar métodos por los cuales pueden conservar el hongo en condiciones climáticas que no siempre son las adecuadas. “Desde hace dos años, cada dos meses sacamos el microorganismo y comprobamos que continúa vivo. De momento, podemos decir que tenemos la fórmula para que el hongo se mantenga vivo todo ese tiempo dentro de un bote. Es importante porque muchos de los productos de control biológico que están en el mercado cuando se analizan están muertos. Esto ocurre porque no se piensa que un almacén de un distribuidor de fitosanitarios no tiene el mismo control de temperatura que tiene un laboratorio y mucho menos un invernadero, donde las temperaturas en verano pueden ser elevadísimas”, destaca Fernando Diánez.
Viabilidad del proyecto del biofertilizante a base de hongos
Lo más importante de todo es que toda la investigación pudo realizarse sin ningún tipo de inversión, ni pública ni privada. Los autores explican que «se ha podido hacer por la ayuda de agricultores amigos y semilleros que nos han dejado investigar con sus plantas. Esas facilidades han sido las que nos han permitido hacer los ensayos».
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