Actualizado febrero 13, 2016
Reciclar de forma casera es algo muy útil y muy sencillo de realizar, siendo una responsabilidad de todos hacerlo. Teniendo en cuenta que sabemos que no todo el mundo lo hace, nosotros queremos ofrecerles una guía con la cual podrán comenzar a separar los desechos y reciclar todo tipo de productos.
Para comenzar, lo primero que debemos hacer es adquirir un contenedor con tres compartimentos, y situarlo en una esquina de la cocina. Inclusive ya vienen una especie de armarios especialmente diseñados para tal fin, con sus colores correspondientes, y que nos ayudan a realizar la tarea del reciclado de una forma mucho más sencilla.
Grupos básicos de desechos
Ahora queremos contarles los cuatro grandes grupos de desechos:
- Papel y cartón (contenedor azul)
- Plástico (contenedor amarillo)
- Orgánicos (contenedor verde)
- Vidrio (almacenar en un recipiente separado)
- Papel y cartón: son elementos que están fabricados en base a celulosa y agua, por lo que son los más sencillos para reciclar, aunque irán perdiendo calidad en cada proceso. En el contenedor azul debemos depositar este tipo de desechos: periódicos, revistas, libretas, cuadernos, bolsas de papel, sobres, cartones de huevos, cilindros del papel higiénico, cajas de cereales o zapatos, papel de envolver, etc. Se recomienda revisar que que no queden restos de comida u otros materiales antes de introducirlos en el contenedor.
- Plásticos: este tipo de elementos habitualmente se fabrican con petróleo y polímeros. Su mayor problema es que tardan miles de años en degradarse, por lo que generan una gran contaminación. Es por este motivo que es clave que todo el mundo tome conciencia acerca del reciclaje de este tipo de elementos. Deberás depositar en el contenedor amarillo las botellas, los bricks de leche, botes de desodorante, tapones, envases de plástico y bolsas. Otro de los elementos que debemos reciclar son los fabricados de aluminio. Por ejemplo las latas de refresco y de conserva. Para ello deberás enjuagar los envases previamente y aplastarlas desde arriba para reducir su tamaño.
- Vidrio: es un producto que se fabrica en base a componentes como la arena o la piedra caliza. Se trata de un material muy higiénico y muy resistente a las temperaturas. Su mayor ventaja es que su ciclo de reciclaje es ilimitado, ya que no pierde calidad. Debemos depositarlos en un recipiente aparte, dividiendolos por colores, cuando sea posible. Se pueden reciclar todas las botellas de vidrio (sin tapas metálicas o plásticas), los frascos de conserva, perfumes o tarros. Las bombillas, espejos o gafas, en cambio, tendrán que ir a otro punto diferente.
- Orgánicos: son de este tipo todos los restos que proceden de los seres vivos, por ejemplo: restos de comida, huevos, bolsas de infusión, tapones de corcho, cascaras de frutas, plantas, etc. Debemos depositarlas en el contenedor verde, y será del que emane más olor como causa de su descomposición.
- Especiales: existen otro tipo de residuos que son de dificil tratamiento, ya que no pueden incluirse en ninguno de los grupos precedentemente mencionados. En este apartado es necesario incluír al aceite, que también puede reciclarse, pero deberá ir a un recipiente aparte. Se recomienda no arrojarlo por el fregadero, ya que es muy perjudicial. Los aparatos electrónicos también son problemáticos, ya que deberán ser depositados en algún punto especial para su posterior recogida. Deben seguir el mismo camino las pilas fabricadas con mercurio, la madera, bombillas, medicamentos, etcétera.
Un consejos que les damos es que elaboren en sus propias casas una especie de guía con todo lo aprendido en este artículo, para que puedas tener a mano todos los detalles. Además, podrás encontrar en internet algunos sitios web donde tendrás la posibilidad de encontrar puntos de traslado de residuos especiales.
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